1.3
El arco iris
Un
día, me encontré en la plataforma de un autobús violeta. Había
allí un joven bastante ridículo: cuello índigo, cordón en el
sombrero. De repente, protesta contra un señor azul. Le reprocha,
especialmente, con voz verde, que lo empuje cada vez que baja gente.
Dicho eso, se precipita hacia un sitio amarillo para sentarse. Dos
horas tardes me lo encuentro delante de una estación anaranjada, con
plataforma celeste, discutia con una señora color Bayo
sobre un tema un poco lívido, a la hora siguiente lo vi en otra
estación aunque esta era color cerúleo con plataforma turquesa
pero esta vez no discutia ni con una mujer ni con un hombre si no con
un perro indigo, lo peor era que el perro le respondio con una voz
añil, ya que en mi pueblo los perros no hablan me hacer que con mi
voz color apizarrado y le pregunte que por que hablaba y me
respondio que porque un señor colorado un tanto malo hizo un hechizo
a todos los perros y gatos de ese pueblo. A lo largo de la tarde vi a
ese hombre en paradas de autobuses de colores ahumado, endrino,
bronceado y cándido, y cada vez discutia con una animal o persona
diferente llego a hablar con personas decolores albo, armiñado,
nacarado y púrpura, como ya estaba aburrida de ese hombre me fui a
mi casa a pintar las paredes de los colores seguientes:
encarnado,
arrebol, oro, rubio, verdinegro y bajizo, cada color para una
habitacionj pero la de mi perro negruzco la pinte con un color
rosáceo. Ya que ese perro con voz oliva se merecia lo mejor.
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